Reseña:
Desde el inicio abordó Kepler el controvertido problema de la determinación de la órbita de Marte. En un principio asumió la circularidad de la misma y la existencia del punto ecuante, emplazado en la línea que unía el centro del círculo y el Sol. Tres eran los parámetros fundamentales de la órbita: inclinación respecto al plano de la eclíptica, posición de la línea de los ápsides (que contiene al Sol, al centro y al ecuante) y excentricidad. A éstos hay que añadir la anomalía media (ángulo en el ecuante entre el planeta y el perihelio) para conocer la posición del planeta en cada instante. Sin embargo, los parámetros que determinó, no daban cuenta de las posiciones de Marte en latitud, sobre todo cerca del afelio, así como tampoco de las posiciones en longitud cuando el planeta se encontraba lejos de la línea de los ápsides, obteniendo discrepancias considerables.
Sus intentos por resolver el problema le llevaron entonces al estudio del movimiento de la Tierra. Como ya sospechaba, encontró que tampoco era uniforme respecto al centro de la órbita ni respecto al Sol. En conexión a este descubrimiento introdujo la ley de las áreas, según la cual, el radio vector que une el Sol y el planeta, barre áreas iguales en tiempo iguales, pasando a considerar al Sol como centro de referencia del movimiento de los planetas.
La permanencia de los errores en las posiciones de Marte, incluso después de introducir la velocidad variable, le llevó, finalmente, a no hacer ninguna suposición sobre la forma de la órbita. Después de la determinación de la distancia Sol-Marte en diversas posiciones, concluyó que la forma de la órbita era una elipse, uno de cuyos focos está ocupado por el Sol. Esto constituye la que después ha sido llamada su primera ley. Más tarde formularía su tercera ley: El tiempo que necesita un planeta para hacer un recorrido completo alrededor del Sol es su periodo. Los cuadrados de los periodos de los planetas son proporcionales a los cubos de sus distancias medias al Sol.
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El equipo del telescopio espacial Kepler de la NASA ha hecho públicos hoy su última tanda de datos, de los que ya tendremos ocasión de hablar largo y tendido. Lo importante es que Kepler ha aumentado en mil el número de candidatos a exoplanetas (!). Eso quiere decir -agárrense- que a día de hoy Kepler ya ha descubierto un total de 2326 posibles planetas extrasolares pendientes de confirmación, incluyendo 207 de tamaño terrestre. Los nuevos candidatos se han añadido a la lista tomando como base los datos obtenidos en el periodo comprendido entre mayo de 2009 y septiembre de 2010.
Imagen artística de Kepler-22 b (NASA).
Pero para abrir boca, al mismo tiempo que se han publicado los nuevos candidatos, la NASA ha anunciado el descubrimiento del primer planeta potencialmente habitable descubierto por Kepler. Se llama Kepler-22 b y es una supertierra con un radio 2,4 veces superior al de la Tierra situada a 587 años luz del Sol (su masa está aún por determinar). Orbita su estrella de tipo solar (tipo espectral G) con un periodo de 289 días, pero teniendo en cuenta que Kepler-22 es una estrella un poco más pequeña que el Sol, en realidad la diferencia en la luminosidad recibida comparada con la Tierra tampoco es tan grande. Kepler-22 b se encuentra en la zona habitable de su estrella, así que es un mundo potencialmente habitable que podría tener agua líquida en su superficie. La temperatura superficial media sería de unos 22º C, ligeramente superior a los 14º C de la Tierra. Sin embargo, nadie sabe si Kepler-22 b tiene una superficie rocosa o no. Al ser una supertierra, lo más probable es que este sea el caso, pero bien podría ser un mundo océano o un minineptuno, quién sabe.
Órbita de Kepler-22b en la zona habitable de su estrella, comparada con nuestro Sistema Solar (NASA).
Composición estimada de Kepler-22 b (NASA).
Composición estimada de Kepler-22 b (NASA).
En cualquier caso, es importante destacar que Kepler-22 b no es el primer planeta rocoso que se descubre en la zona habitable de su estrella. En realidad es el tercero, después de Gliese 581 d y HD 85512 b. Las buenas noticias son que Kepler-22 b forma parte de un grupo de 54 exoplanetas potencialmente habitables que fueron anunciados en febrero de 2011. Es decir, todavía nos quedan otros 53 candidatos por confirmar, y eso sin tener en cuenta los nuevos datos que han sido publicados hoy. Tiempos sorprendentes nos esperan, sí señor.
Candidatos potencialmente habitables detectados por Kepler (NASA
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