Aunque los apasionados del misterio y los enigmas históricos ya estarán familiarizados con el término, no está demás la aclaración: OOPArt es la palabra que nombra, por sus siglas en inglés (Out of Place Artifact, artefacto fuera de lugar) aquellos objetos hallados, mediante investigación arqueológica, paleontológica o simple azar, que por sus características particulares no encajan de modo alguno en la época de la que datan; estos objetos anacrónicos, denominados OOPArt por el escritor y biólogo escocés Ivan T. Sanderson (1911-1973), suelen ser considerados pruebas de que civilizaciones extraterrestres han pasado por la Tierra en tiempos pretéritos, dejando como prueba estas muestras de tecnología absolutamente avanzada para el momento de la historia humana en que aparecieron. Uno de los OOPArt más impactantes es el reloj metálico encontrado en China, en diciembre de 2008, en la tumba de Si Quing, correspondiente a la dinastía Ming, de 400 años de antigüedad.
El reloj hallado tiene apenas un siglo de antigüedad, y rubrica su procedencia de Suiza, país que no existía siquiera durante la dinastía Ming. El investigador Jiang Yanyu, ex curador del Museo de Guanxi, relata el hallazgo: “cuando tratamos de quitar la tierra que rodeaba el ataúd, un trozo de roca cedió y cayó al suelo produciendo un sonido metálico. Recogimos el objeto y nos pareció que era un anillo; después de retirar la tierra que lo cubría, y examinarlo más a fondo, nos quedamos con la boca abierta al observar que se trataba de un reloj”. Este increíble hallazgo ha sido foco de numerosos debates científicos, y significa para muchos una prueba irrefutable de la presencia de visitantes extraterrestres en el pasado de nuestro planeta, una civilización con la capacidad de controlar los viajes en el tiempo, a punto tal de permitir el acceso de un reloj europeo moderno a una antiquísima tumba oriental.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.