El telescopio ALMA de Chile detecta nieve en otro sistema solar
El Observatorio ALMA de Chile acaba de descubrir nieve en un sistema solar muy jóven que orbita alrededor de la estrella TW Hydrae, a 175 años luz de la Tierra. La nieve no está en los polos de ningún planeta, sino en una órbita alrededor de la estrella donde las temperaturas son lo bastante bajas como para que se forme.
TW Hydrae es un sistema solar muy jóven. En ese estado, la estrella no tiene planetas orbitando a su alrededor todavía, sino que está rodeada por una nebulosa de diferentes materiales que, según la hipótesis nebular, van colisionando y aglutinándose hasta formar planetas.
Estos sistemas solares jóvenes tienen lo que se conoce en Astronomía como líneas de congelación o líneas de nieve. Estas líneas delimitan las órbitas a partir de las cuales los compuestos de hidrógeno como el agua, o el metano se congelan en partículas sólidas. Cada sustancia se congela a diferentes temperaturas por lo que puede hablarse de distintas líneas de congelación a diferentes distancias. En nuestro sistema solar, cuando estaba en formación, se cree que el agua se congeló en la región donde orbita Júpiter. Para que se congele el monóxido de carbono habría que desplazarse hasta la órbita de Neptuno.
Para complicar la cuestión, la nieve y el hielo se forman sólo en un plano con forma de disco donde la temperatura baja por estar más aislada de la radiación. Hasta ahora, la nube de gas ocultaba ese disco a los astrónomos. En el Sistema TW Hydrae, los investigadores de ALMA han logrado encontrar la zona en la que se congela el agua y el metano buscando el brillo de otra molécula llamada diazenilio (N2H+) cuya presencia indica con seguridad zonas donde hay monóxido de carbono congelado.
En la imagen de portada podéis apreciar una representación artística del disco orbitando alrededor de la estrella. Las zonas con agua congelada están representadas en azul, mientras que las verdes indican las órbitas con monóxido de carbono congelado.
El descubrimiento es importante por varios motivos. En primer lugar permite estudiar la formación de sistemas solares jóvenes. En segundo lugar, el hielo de monóxido de carbono es necesario para la formación de Etanol y este, a su vez, para la generación de vida tal y como la conocemos. Por último, las líneas de congelación son las zonas donde se cree que nacen los cometas. [ALMA vía El Mundo]
Foto: B. Saxton & A. Angelich/NRAO/AUI/NSF/ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)
Por Carlos Zahumensky
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