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martes, 25 de noviembre de 2014

¿Hay Alguien Ahí Arriba?


os astrónomos han intentado en varias ocasiones comunicarse con inteligencias extraterrestres. Pero, aunque alguien esté escuchando, ¿entenderá nuestros mensajes? Las comunicaciones interplanetarias presentan aún muchas dificultades.
Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, donde se lleva acabo el Proyecto SETI, cuyo propósito es la búsqueda de inteligencia extraterrestre. 
El primer mensaje que la humanidad envió a las estrellas fue transmitido el 16 de noviembre de 1974, por el radiotelescopio más grande del mundo, de 300 metros de diámetro, situado en Arecibo, Puerto Rico. El mensaje era una señal de tres minutos, enviada hacia un grupo de estrellas que está a 24.000 años-luz de distancia. Se cree que fue la señal más fuerte que ha emitido nunca la humanidad. Esta transmisión demuestra la confianza que sienten los hombres de ciencia en la existencia de extraterrestres que están «ahí arriba», escuchando.

El impulso de intentar el contacto con seres de otros planetas es, sin duda, muy fuerte en el hombre. A mediados del siglo XIX mucha gente daba por sentada la existencia de civilizaciones en la Luna y otros planetas. Y se propusieron varios métodos de comunicación con esas civilizaciones.

El inventor francés Charles Cros (1842-1888), por ejemplo, propuso la construcción de un enorme espejo que podría ser usado para reflejar la luz del sol desde la Tierra a Marte. Podía ser inclinado, pensaba, para transmitir una especie de código. La idea era ingeniosa: no existían garantías de que una civilización marciana pudiera reconocer o responder a ese código.

Los entusiastas experimentos de los hombres de ciencia del siglo XIX fueron inútiles. Pero la búsqueda de vida inteligente en otros planetas continúa y, durante el siglo XX hemos transmitido espectaculares mensajes a las estrellas sin hacer un esfuerzo especial.

Desde los años 40 los poderosos rayos de microondas de los radares y las emisoras de TV han ido expandiéndose por el espacio. Ya están llegando a las estrellas más próximas a la Tierra, como una marea de restos electromagnéticos, y aunque su intensidad es mínima, un receptor sensible podría recibir la señal hasta a 40 años-luz de distancia.
Fotografía tomada en el cuartel de control, en Arecibo.
¿Qué pensaría un astrónomo extraterrestre de esta creciente marea de ondas electromagnéticas? Si efectúa observaciones a lo largo de un período de tiempo suficiente, hará un interesante descubrimiento: en la actualidad, la Tierra está emitiendo radiación un millón de veces más poderosa que hace unas pocas décadas. Y si usara su telescopio para medir la intensidad de radiación que sale de este pequeño planeta hará un descubrimiento aún más portentoso: la Tierra está emitiendo casi tanta radiación como el Sol, en los períodos de poca actividad de las manchas solares. De hecho, en el radioespectro, nuestro planeta debe aparecer tan brillante como una estrella.
Los hombres de ciencia extraterrestres no podrán por menos de reconocer las emisiones de ondas que no pueden ser explicadas por la acción de fuerzas naturales: tienen que ser producidas por medios artificiales. Con todo, pueden no considerar esas débiles señales como una prueba indiscutible de la existencia de una civilización en algún lugar cercano a nuestro sol y, aunque llegaran a la conclusión de que existe, les resultaría imposible descifrar la complicada mezcla de señales.

Si estamos tratando de comunicarnos con las civilizaciones que pueden existir en otros planetas es posible que esas civilizaciones estén tratando de comunicarse con nosotros. Nuestros radiotelescopios son suficientemente sensibles para recibir sus señales, pero existen dos problemas: no sabemos desde dónde podrían llegar sus transmisiones, ni qué longitud de onda debemos sintonizar.

Para entender las dificultades de los astrónomos, imaginen una radio que no pudiera sintonizar una emisora a menos que la antena estuviera dirigida directamente a la antena transmisora. La búsqueda de una emisora concreta requeriría no sólo una exhaustiva investigación para identificar la dirección del transmisor sino la necesidad de sintonizar todas las bandas para encontrar el canal. Los astrónomos se enfrentan con este problema y además se ven obligados a buscar en una variedad mucho mayor de bandas de frecuencia. Existe el inconveniente adicional de tener que escuchar cada longitud de onda durante varios minutos para detectar cualquier señal débil en medio del ruido de fondo.
Una propuesta victoriana, consistió en la realización de una cruz de potentes luces eléctricas que serían colocadas en el lago Michigan. Las luces se encenderían durante diez minutos y se apagarían durante otros diez minutos, un intervalo, que según se esperaba, atraería la atención interestelar.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el astrónomo holandés Hendrick Christoffel van den Hulst calculó que los átomos de hidrógeno podrían, a veces, cambiar de un estado de energía a otro y, al hacerlo, podrían emitir un fotón (una cantidad de energía radiante electromagnética) cuya frecuencia correspondería a una longitud de onda de 21 cm. Postuló que los átomos de hidrógeno individuales harían esta transición con escasa frecuencia pero, como el hidrógeno es el elemento predominante en el universo, las «notas» de microondas emitidas por grandes cantidades de átomos de hidrógeno debían alcanzar un nivel que un equipo supersensible podría registrar. En 1951 el físico norteamericano Edward Mills Purcell hizo algunas observaciones que confirmaron la predicción de Van den Hulst. Como el hidrógeno es la sustancia que más abunda en el universo, es razonable asumir que cualquier civilización con una tecnología avanzada descubrirá esa propiedad de los átomos de hidrógeno y llegará a la conclusión, como los astrónomos terrestres, de que la longitud de onda de 21 cm es la más adecuada para transmitir y recibir señales en cualquier lugar del universo donde exista una tecnología avanzada.

Otra sugerencia en la misma línea es utilizar el hidroxil, la combinación de dos átomos de hidrógeno y oxígeno que, después del hidrógeno, es el más abundante emisor de microondas del espacio. Su emisión se efectúa en la longitud de onda de 17 cm. La banda de 17 a 21 cm es la que tiene menos interferencias y, por lo tanto, constituye la más natural para la comunicación interestelar.

En 1960 se hizo el primer intento serio de escuchar en la longitud de onda de 21 cm con la esperanza de recibir mensajes de las estrellas. Fue el Proyecto Ozma, deFrank Drake. La escucha comenzó a las 4 de la madrugada del 8 de abril de 1960, sin publicidad, ya que los astrónomos temían el ridículo. Durante 150 horas buscaron signos de una señal inteligible pero no encontraron absolutamente nada.

Después de Ozma, la búsqueda más amplia fue la que se terminó en 1976 en el observatorio de Green Bank, Estados Unidos. Pasaron 4 años observando las 659 estrellas que más probablemente albergan vida, a distancias entre 6 y 76 años-luz del Sol. Aunque su equipo era mucho más sensible que el empleado por Ozma, no encontraron nada.

Hasta ahora sólo hemos considerado la comunicación con civilizaciones lejanas que estuvieran a nuestro nivel tecnológico, o ligeramente más adelantadas. Pero la mayor parte de las civilizaciones técnicas pueden estar mucho más avanzadas.
Un despliegue de radiotelescopios, tal y  como quedarían en la superficie de la Luna. Un proyecto Cyclops lunar es, por ahora, un sueño científico.
El astrónomo soviético Kardashev ha sugerido que podrían existir civilizaciones de tres niveles. Una civilización de nivel A como la de la Tierra, capaz de explotar sólo una parte de los recursos energéticos disponibles; una civilización de nivel B podría aprovechar toda la energía de su estrella, disponiendo así de energías 100 trillones de veces mayores que las de una civilización de nivel A. Una civilización de nivel C podría explotar galaxias enteras, disponiendo así de energía 100 billones de veces mayores que las del nivel B. Si la teoría de Kardashev es correcta, una civilización de nivel B será fácilmente detectable en toda su galaxia, y una de nivel C, en todo el universo. Así, podríamos sentir la tentación de descartar la posibilidad de la existencia de semejantes civilizaciones porque no hemos encontrado señales de su presencia. Pero, ¿estamos escuchando bien? ¿Estamos sordos a una señal que recibimos con claridad y fuerza?

En 1965 el radioastrónomo soviético Scholomitski estudió la fuente de radio CTA 102 y anunció que su intensidad variaba de forma significativa, con una periodicidad aparente de 100 días, y que transmitía en una longitud de onda de 18 cm. Se especuló que la oscilación podría servir como radiofaro que llamara a la atención sobre CTA 102.

Más tarde, CTA 102 fue identificada como un quasar..., una fuente natural. Pero, aun así, ¿no podría estar bajo el control de una civilización de nivel B o C? ¿Y no podría suceder lo mismo con los púlsares, estrellas que también emiten pulsaciones de radiación regulares?

Las variaciones de intensidad parecen muy irregulares en el caso de los quasars y muy regulado en el de los púlsares; en ninguno de los casos parece que se esté recibiendo información de una fuente inteligente. Pero, esas señales, ¿no podrían ser mensajes de seres tan inteligentes que no los entendemos porque nuestra capacidad mental es limitada? Quizás, pero parece improbable, porque cualquier civilización avanzada comprendería, sin duda, los problemas de la comunicación interestelar y utilizaría el método más sencillo.
Los telescopios Cyclops, tal y como aparecerían en el plan piloto, con base en la Tierra.
Un problema más serio podría ser el provocado por el contacto con civilizaciones más atrasadas que la nuestra. ¿Cómo podríamos comunicarnos con seres tan tontos como, por ejemplo, una vaca, o como los hombres de la Edad de Piedra? Y si pudiéramos encontrar alguna forma de comunicación, querríamos preservar su cultura y su forma de vida. (Por supuesto, una civilización extraterrestre podría adoptar la misma actitud respecto a nosotros.)

Pero sea como sea, habrá que preparar proyectos mucho más importantes si la búsqueda de IET debe tener alguna esperanza de éxito. La más famosa de esas propuestas es el Proyecto Cyclops de la NASA, que incluiría más de 1.000 radiotelescopios, cada uno del tamaño de un balón de fútbol, interconectados por un sistema electrónico computarizado. Este regimiento de radiotelescopios podría registrar radiaciones debilísimas: un mensaje de otra civilización podría ser registrado aún a una distancia de 1.000 años-luz.

La realización del Proyecto Cyclops no será fácil ni barata, aunque sí perfectamente factible. Se ha estimado que costará entre 10 y 50 billones de dólares construirlo y hacerlo funcionar. Nuestra tecnología es capaz de organizar una búsqueda muy eficaz de señales extraterrestres. Pero, ¿valdrá la pena? Nadie puede garantizar el éxito.

viernes, 21 de noviembre de 2014

¿Qué Técnica Utilizaron En La Gran Pirámide?


ecía el historiador griego Herodoto en el segundo libro de sus Historias -muy posiblemente porque alguien se lo dio a entender- que el faraón Keops obligó a sus súbditos a acarrear enormes piedras desde las canteras de Arabia, que debieron ser trasladadas en embarcaciones por el río Nilo. ¿Poseían los egipcios naves tan enormes, capaces de desplazar un mínimo de cinco toneladas? Añadía el griego que eran cien mil los esclavos ocupados en la construcción, mal alimentados, relevándose cada tres meses o dejando los huesos en la arena.

¿Fueron Veinte Años De Esfuerzos?

Este complicado sistema de grúas, tan endebles como difíciles de manejar, ¿fue el utilizado por los antiguos egipcios para elevar los bloques que formarían los pisos? 
Los bloques, informaron los sacerdotes a Herodoto, eran subidos por medio de rampas y cuerdas a los diversos pisos, reduciéndose en cada ocasión el número de bloques pero aumentando al mismo tiempo la altura y creciendo, en consecuencia, la dificultad para izar las piedras y acomodarlas en su sitio. Añadieron que costó la obra el equivalente de cuarenta toneladas de plata, pero en ningún momento se refiere el griego en su libro a problemas tan serios como la aglomeración de los obreros, a su alimentación, a las máquinas utilizadas.
¿Sabían los sacerdotes lo que decían o inventaron todo acerca de la pirámide, puesto que era tan antigua que se había perdido el recuerdo de los hombres que la levantaron? ¿Sucedió acaso que las primeras pirámides fueron construidas con una maquinaria perfecta y que las siguientes resultasen más modestas, porque no se contaba ya con los aparatos del principio? ¿Se dieron cuenta los faraones de las siguientes generaciones que no podrían realizar jamás una obra tan impresionante y que, por esta razón, se conformaron con equivalentes de menor tamaño, como eran los obeliscos?
Un noruego aficionado a la egiptología, cuyo nombre era Olaf Tellefsen, declaró en 1971 que había descubierto el secreto egipcio para construir la pirámide. Declaró que no utilizaron rampas para subir los bloques, porque tendrían unos dos kilómetros de longitud, como mínimo. Todo lo hicieron por medio de palancas. ¿Acertó el noruego?
En el antiguo Egipto, la población no podía superar los cien millones de habitantes y, según afirman los arqueólogos, no poseían una técnica avanzada, puesto que no han llegado vestigios hasta nuestros días. ¿Cómo hicieron entonces? ¿Poseían los sacerdotes un tipo muy especial de técnica, basada en los ultrasonidos, los poderes paranormales y la antigravedad, dejada acaso en herencia por sus maestros y que terminó por perderse?

¿Quién Dijo Que Las Piedras No Pueden Volar?

Maqueta que representa a obreros nivelando un bloque de piedra. ¿Cómo eran capaces de transportar tal número de bloques de piedra? ¿Acaso utilizaron medios desconocidos por nosotros como la levitación, para transportarlos por el aire?
Un científico contemporáneo, el francés Jacques Weiss, decía que los bloques de piedra eran transportados por medio de la fuerza mental y que iban a encajar perfectamente uno sobre el otro, gracias en parte a la disposición de las caras, que eran ligeramente cóncavas o convexas, según los casos.
Una leyenda árabe dice que los Hijos del Nilo transportaban las piedras de las pirámides sobre papiros cubiertos de signos mágicos. Los sacerdotes las movían a su antojo, mediante un esfuerzo de su voluntad. Es decir, que practicaban eso que los parapsicólogos llaman ahora psicokinesis, y también telekinesis. Y de igual manera que levantaban los objetos sin que mediara contacto físico, también ellos sabían elevarse en el aire. Es decir, que levitaban, igual que harían tantos santos católicos en sus momentos de éxtasis místico, los ascetas de la India y algún que otro médium del siglo pasado.
Los sacerdotes egipcios ayudaban a los arquitectos por medio de unas flautas, cuyo sonido inaudible para el oído humano era capaz de mover las piedras. Parece absurdo, a simple vista, que un simple sonido pueda desplazar objetos. Sin embargo, nadie se sorprende al ver que las ondas sonoras emitidas por un jet alcancen a cambiar de lugar los objetos de una casa vecina.
Pero, de ser cierto cuanto se dijo acerca de los sonidos capaces de mover las piedras y de la levitación de las piedras por personas debidamente entrenadas, queda pendiente de contestar una sencilla pregunta: ¿de qué medios se valían los constructores para dar a los bloques de piedra la forma exacta requerida para que encajasen perfectamente, sin dejar rendijas?

¿Existe Una Pasta Para Ablandar Las Piedras?

Coronel Percy H. Fawcett. Este aventurero pudo presenciar cómo mediante un líquido, elaborado por los indígenas peruanos, la piedra se ablandaba como si fuera barro, recobrando unos instantes más tardes su dureza habitual. ¿Pudo ser ésta la técnica utilizada por los egipcios para crear los bloques de piedra en sus construcciones?
El ser humano es tan vanidoso, tan seguro de su superioridad -en especial los científicos apegados al dogma- que se niega a creer en todo lo que vaya en contra de lo que aprendió en los libros o en la universidad. Está convencido de que nada existe en el mundo fuera de lo que conoce y que todo fue inventado ya.
Pero hace unos años, un investigador norteamericano declaró que al hombre le hace falta mucho por aprender, siquiera en ciertos terrenos. Y aportó pruebas al respecto. Decía Hyatt Verrill que en la Gran Pirámide, al igual que en las construcciones, incaicas y preincaicas, se utilizó una técnica desconocida por los actuales arquitectos e ingenieros civiles: trabajaban los obreros la piedra no con el cincel, sino con una pasta obtenida a partir de cierta planta sólo conocida por los indios, que ablanda la piedra y la vuelve maleable durante un corto tiempo.
Este mismo descubrimiento había sido realizado por el coronel P.H. Fawcett, quien antes de desaparecer misteriosamente en 1925 en las selvas brasileñas presenció algo increíble a corta distancia de los montes peruanos. Cerca del cerro de Paseo, un geólogo norteamericano había hallado un recipiente herméticamente cerrado, con forma de cabeza humana. En el Perú antiguo utilizaban la huaca para conservar líquidos, granos y oro en polvo.
El geólogo pidió a un obrero indígena que abriese el recipiente, para conocer su contenido. El hombre no sólo se negó a obedecer, sino que arrebató lahuaca de manos del hombre blanco y la estrelló contra el suelo y huyó a toda prisa. Al inclinarse para recoger los fragmentos de la huaca vio con gran asombro que la piedra sobre la cual se derramó el líquido se ablandaba como si fuera de barro. Unos minutos más tarde recobraba su dureza habitual.
Así se expresó el explorador Fawcett y en apoyo de sus palabras están las piedras que se conservan en el Museo de Cochabamba, Bolivia, en las cuales hay impresas unas manos. Un sacerdote peruano, el padre Jorge Lira, informaría por su parte en junio de 1967 que los incas conocían el secreto de una planta cuyo jugo ablandaba las piedras más duras.
¿Fue utilizando una planta semejante a la peruana que los constructores de la Gran Pirámide acomodaron los bloques para lograr un perfecto ensamblaje? Y de ser así, ¿quedaría demostrado que los incas aprendieron el secreto de los egipcios, o se trata de una pura coincidencia?

Otro Problema: La Iluminación Interior De La Pirámide

Existen relieves en las construcciones egipcias, que parecen representar bombillas. ¿Acaso los egipcios conocían la electricidad, utilizándola para poder iluminarse dentro de los pasillos de la pirámides?
¿Cómo hicieron los constructores de la Gran Pirámide para iluminarse en el interior y evitar que cayeran todos de bruces? ¿Utilizaban antorchas, como hacían en la Edad Media para caminar de noche por los patios y los corredores?. Imposible pensar en las antorchas, en las velas o en objetos que dan luz y despiden humo, por esta sencilla razón: no se ha encontrado hollín en los muros interiores de la Gran Pirámide, así que otro debió ser el sistema de iluminación.
¿Lograban los egipcios, captar la luz solar por medio de un ingenioso sistema de espejos colocados a lo largo de los corredores, que reflejarían los rayos solares hasta el fondo? Imposible, porque los rayos pierden brillantez al reflejarse y no tardan en perder intensidad.
Entonces, si los constructores de la Gran Pirámide no utilizaron antorchas, velas o espejos, ¿cuál fue la técnica utilizada para iluminar a los obreros? Nada menos que la electricidad, que era conocida por ellos, como verá el lector al instante.
Al italiano Alejandro Volta se le atribuye la invención de la primera pila eléctrica, hacia el año 1800, pero este genial científico llego a la cita de los inventos con considerable retraso, puesto que los antiguos ya sabían utilizar la pila con éxito.
Vemos cómo se puede apreciar en estos bajorrelieves del Templo de Dendera a personas sosteniendo unos artilugios que parecen bombillas de las cuales sobresalen unos cables
En 1938, un ingeniero alemán llamado Wilhelm König realizaba obras en el alcantarillado de Bagdad cuando descubrió unos extraños recipientes en Kujut Rabua, suburbio septentrional de esta población que fue capital del Califato. Se trataba de unos objetos que pertenecieron a la dinastía de los Sasánidas -reyes que gobernaron el país durante los siglos III al VII de nuestra era- y fueron catalogados como "objetos de culto" al ser trasladados al museo de la ciudad.

¿Conocieron Los Antiguos Los Poderes De La Electricidad?

Una de las piezas más impresionantes y que constituye una prueba clarísima del elevado nivel de la tecnología de algunos pueblos antiguos es la llamada «Pila de Bagdad». Fue construida durante la ocupación de Iraq por parte de los partos, entre el año 250a.C. y 224 d.J.
Los recipientes eran de barro, de unos quince centímetros de altura, y contenían un cilindro de cobre tapado en su parte inferior. Dentro del cilindro vio König una varilla de hierro. Aquello podía ser cualquier cosa menos objeto de culto. Investigó en el interior del recipiente y halló vestigios de ácido, que había corroído al metal. ¿Tenía delante a una pila eléctrica, utilizada hacía catorce siglos por lo menos?
Vino el paréntesis de la II Guerra Mundial y años más tarde el científico Willy Ley construyó un duplicado del recipiente en el laboratorio de alto voltaje de la General Electric. Su colaborador Willard Ley introdujo sulfato de cobre en el recipiente, ácido acético o cítrico, conocidos en la antigüedad, y la pila comenzó a trabajar.
Se descubrió a continuación que aquellas pilas de Bagdad eran nuevas si las comparaban con otras halladas por el mismo rumbo, que remontaban al siglo X antes de Cristo. Cuatro recipientes de barro con cilindros de cobre aparecieron cerca de Tell Olar, por el rumbo de Bagdad. Y diez más en Ktesifon, hallados por el profesor E. Kuhnel, del Museo del Estado de Berlín. En la biblioteca Prince, en Uijjain, India, se conserva un documento conocido como Agastya Samshita, que data del siglo X a.C. Contiene la descripción de una batería eléctrica, así como de un aparato para dividir el agua en sus dos elementos: oxígeno e hidrógeno.
No existen pruebas de que los antiguos utilizasen la electricidad producida por estas pilas para iluminarse, pero sí las hay en cuanto a su aplicación para dar baños electrolíticos a ciertas piezas. El arqueólogo francés Augusto Mariette halló a mediados del siglo XIX objetos recubiertos con una delgadísima capa de oro, en la región de Gizeh. Pero jamás se encontraron los aparatos que sirvieron para dar estos baños. El secreto de la electricidad fue muy bien guardado, pero hay veladas alusiones a lámparas y aparatos utilizados en aquellos tiempos.
¿Qué clase de energía utilizaba la lámpara mencionada por Pausanias, quien vivió en el siglo II de nuestra era, la cual ardía en el templo de Minerva sin extinguirse? San Agustíndecía que en un templo egipcio dedicado a la diosa Isis vio una lámpara que ni el viento podía apagar. En su Historia de la MagiaElifas Levi mencionaba a un rabino francés llamado Jequiel, quien vivió en la corte de Luis IX, en el siglo XIII. Este hombre utilizaba una lámpara que no quemaba aceite y que colocaba en la puerta de su casa para ahuyentar a los ladrones. Recibían éstos una descarga si querían forzar la puerta. Jamás reveló el rabino a nadie la clase de energía utilizada en la lámpara, que recordaba a la que menciona el Antiguo Testamento en el capítulo dedicado al Arca de la Alianza.
Si desea el lector más ejemplos de iluminación eléctrica utilizada en la antigüedad, sepa que en la ciudad de Tashkent, capital de la República Soviética de Uzbekistán, fueron halladas recientemente unas ánforas selladas, en cuyo interior había una gota de mercurio. Se dijo que eran fuentes de energía luminosa, basadas en el principio físico siguiente: si se agita mercurio colocado en el interior de un recipiente de cristal se obtienen oscilaciones eléctricas de baja frecuencia, suficientes para encender un tubo de neón. Pero estas oscilaciones no puede lograrlas la ciencia actual en un recipiente de barro. ¿Acaso conocían los antiguos habitantes de Tashkent secretos que nosotros ignoramos?
Los historiadores romanos Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso atribuían a Numa Pompilio, segundo rey legendario de Roma, gran sabio del siglo VII antes de Cristo, el poder de desencadenar el fuego de Júpiter. Es decir, que sabía producir descargas eléctricas que causaban pavor entre sus enemigos. ¿Lo aprendió por sí solo o alguien se lo enseñó?
Hacia el año de 1601, un viajero español llamado Bartolomé Centenera viajaba por la región de los Siete Lagos, cerca de donde nace el río Paraguay, cuando se encontró en las ruinas del gran Moxo. Fue allí donde encontró algo sorprendente: una lámpara que daba luz sin interrumpirse y cuya forma era de columna terminada en esfera. La luz que despedía era clara y agradable, y no daba calor. El viajero se negaría a decir en qué lugar preciso halló la lámpara. Por esta razón, sus contemporáneos lo tildaron de embustero.
Pero, regresando a la Gran Pirámide y a las maravillas que la rodean, surge al instante una pregunta, una vez impuestos de los hechos asombrosos que se han contado en torno a este edificio: ¿quién fue el faraón que mandó construir la pirámide de Keops y qué genial constructor lo ayudó en la empresa?

martes, 18 de noviembre de 2014

Tunguska


n la mañana del 30 de junio de 1908 una gran bola de fuego asoló la región siberiana de Tunguska,  el cual fue un acontecimiento tan excepcional que suscitó una controversia que todavía prosigue.
Las explicaciones al respecto entran en el reino de lo extraño, incluida la notable hipótesis según la cual el fenómeno fue causado nada menos que por un aterrizaje de emergencia de una nave espacial movida por energía nuclear, tal vez de origen extraterrestre.
  
 
Recreación de la que pudo pasar en Tunguska.

La zona en la que cayó el objeto, en el valle del río Tunguska Pedregoso, estaba escasamente poblada por los tunguses, pueblo nómada de origen mongol dedicado al pastoreo de renos. Cerca del centro de la explosión, al norte de Vanavara, varios tunguses fueron lanzados al aire por la explosión, y sus tiendas fueron arrebatadas por un viento violentísimo. A su alrededor, el bosque empezó a arder.
Cuando los asombrados tunguses inspeccionaron cautelosamente el lugar de la explosión, encontraron escenas de terrible devastación. En un circulo de 30 kilómetros, los árboles habían sido derribados como cerillas de madera y el calor intenso producido por la explosión había fundido objetos metálicos, destruido almacenes y reducido varios renos a cenizas.
No quedaba en aquella zona ningún animal vivo, pero, milagrosamente, ningún ser humano murió a consecuencias del desastre. Se dijo también que había caído en aquellos lugares una misteriosa "lluvia negra". Los efectos de la explosión de Tunguska fueron vistos y sentidos en un radio de más de mil kilómetros, incluso se dice que en el resplandor de la explosión se pudo observar desde la ciudad de Londres.
Foto ampliable con detalles
Fotografía aérea de la zona. Los árboles caídos indican el sentido de la onda expansiva.
Informes procedentes del distrito de Kansk, a 600 kilómetros del punto en que se produjo el estallido, describieron sucesos tales como barqueros precipitados al agua y caballos derribados por la onda expansiva, mientras las casas temblaban y los objetos de loza se rompían en sus estantes. El conductor del Transiberiano detuvo su tren temiendo un descarrilamiento, al notar que vibraban los vagones y los rieles.
Otros efectos fueron percibidos en lugares muy distantes del globo, pero su causa permaneció ignorada durante largo tiempo, ya que la noticia de la bola de fuego y de su explosión no llegó a oídos del gran público hasta pasados varios años. En toda Europa se registraron ondas sísmicas parecidas a las de un terremoto, así como diversos trastornos en el campo magnético terrestre. Más tarde, los meteorólogos hallaron en los registros de sus microbarógrafos que las ondas atmosféricas producidas por la detonación habían dado dos veces la vuelta a la Tierra.
En gran parte de Europa y Asia occidental la noche quedó extrañamente iluminada después de la caída de la bola. Informes procedentes de estos lugares hablan de noches cien veces más luminosas de lo normal, y de unas tonalidades carmesíes en el cielo, semejantes al resplandor de un incendio, hacia el norte. Estas extrañas luces no titilaban ni formaban arcos, como ocurre con las auroras boreales; eran semejantes a las que se produjeron tras la explosión del volcán Krakatoa, que inyectó inmensas nubes de polvo en la atmósfera.
Detalle de cómo quedaron los árboles después de la gran explosión.
Cuando tuvo lugar el fenómeno de Tunguska, en Rusia se iniciaba un periodo de grandes inquietudes políticas, y la prensa nacional no dio ningún relieve a lo que se consideró como un hecho sin importancia en un lugar remoto del imperio. A pesar de la naturaleza excepcional del suceso de Tunguska, las noticias sobre el mismo permanecieron enterradas en las redacciones de los diarios locales siberianos hasta 13 años después, cuando recibió noticias de lo sucedido el minerólogo soviético Leonid Kulik. Después de contemplar la zona de la explosión desde un risco, Kulik escribió:
"Desde nuestro punto de observación no se ven señales de bosque, ya que todo ha sido devastado e incendiado, y alrededor del borde de esta zona muerta la joven vegetación forestal de los últimos veinte años ha avanzado impetuosamente, en busca de luz solar y de vida. Se experimenta una extraña sensación al contemplar estos árboles gigantescos, de 50 a 75 centímetros de diámetro, quebrados como si fuesen ramitas, y sus copas proyectadas a muchos metros de distancia en dirección sur".
Según la teoría más popular, un cometa se asemeja a una especie de bola de nieve formada por gas y polvo helados. Los cometas antiguos pierden el gas hasta convertirse simplemente en unas "bolsas" de rocas de baja densidad. Semejante objeto bien puede convertirse en una bola ardiente a causa de la fricción que experimenta al penetrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, hasta disgregarse mediante una explosión cuando la fuerza de esta acción de frenado supera su propia cohesión.
Foto actual de la zona de Tunguska. Incluso a día de hoy se aprecian los efectos producidos hace más de 90 años.
La explosión en pleno aire de este objeto explicaría la ausencia de cráter y de fragmentos meteóricos en Tunguska. Sin embargo, los críticos de la teoría del cometa argumentan que, antes de la explosión de Tunguska, nadie había detectado cometa alguno en el firmamento.
Hubo incluso rumores de radiaciones mortíferas en el lugar. Uno de los personajes del cuento de Alexander Kazantsev habla de un hombre que, poco después de examinar la zona devastada de Tunguska, murió entre terribles dolores, como si lo consumiera un fuego invisible. "Sólo podía tratarse de radiactividad", explica el personaje de la obra.
En realidad, no existe ningún informe según el cual alguien muriese a consecuencia de la explosión de Tunguska, pero los tunguses explicaron que los renos de aquella zona presentaron costras en su piel, cosa que ciertos escritores modernos, como Baxter, han atribuido a quemaduras causadas por radiación.
Hoy día, aún sigue siendo un misterio...

Las Líneas De Nazca


n el Perú, a 400 kilómetros al sur de Lima y a 50 kilómetros de la costa del Pacífico, se extiende la meseta desértica de Nazca, cubierta de gran cantidad de dibujos y figuras geométricas que solo pueden apreciarse desde el aire.
No fue sino hasta 1927, mil años después de la presunta desaparición de los nazcas, que comenzamos a vislumbrar la magnitud del misterio, cuando un piloto peruano descubrió casualmente la increíble red dibujada en el suelo. El arqueólogo americano Paul Kosok, el primer investigador que intento resolverlo, llegó al lugar en 1939.

 

Un Inmenso Yacimiento Arqueológico

Increíbles figuras de animales se encuentran en las pampas de Nazca.
Extendiéndose sobre más de 500 Km2, las líneas de Nazca fueron trazadas despejando la fina capa de piedras oscuras que cubren el desierto para dejar al descubierto el suelo más claro.
Hay marcas de tres tipos bien definidos: líneas rectas, en zigzag o dibujos espirales que pueden alcanzar hasta 5 Km de largo; figuras geométricas en forma de franjas de gran tamaño que se asemejan a las "pistas de aterrizaje"; representaciones de animales que sobrepasan frecuentemente los 150 metros de largo.
En la ladera de ciertas elevaciones que bordean el desierto, dibujos de seres humanos de una ejecución diferente y más primitiva que son atribuidos a los paracas, predecesores de los nazcas en la región.
Las figuras trazadas geométricamente a través de los relieves del terreno, como si estos no existieran, y recubiertas por el polvo de los siglos resurgieron en todo su esplendor gracias al trabajo de una matemática alemana llamada María Reiche. Les dedicó toda su vida a partir de 1945, dividiendo su tiempo entre la investigación y la conservación de las líneas trazadas en el cielo.

 

¿El Mayor Libro Astronómico?

Al igual que Paul Kosov, al que comenzó por secundar y a quién debemos la definición anterior, María Reiche piensa que las líneas rectas (que forman generalmente motivos solares que se entrecruzan) constituyen una especie de calendario astronómico que permite calcular fechas y estaciones.
¿Quiénes y qué aparatos utilizaron para hacer estas figuras, si solo se pueden ver desde el cielo?.
Sin embargo los estudios por computación realizados en 1968 por el astrónomo norteamericano Gerald Hawkins (famoso por descubrir los alineamientos astronómicos de Stonehenge) no permiten encontrar una cantidad de alineamientos suficiente para sobrepasar el simple efecto de la casualidad.
Sin embargo la etnóloga Simone Waisbard y su hijo Jack, experto en informática, se percatan al estudiar el plan del conjunto de figuras geométricas y de representaciones de seres vivos, de que se trata de un calendario meteorológico. O más bien de numerosos calendarios superpuestos en el curso de los siglos, lo que deja suponer por ejemplo la sobreimpresión de una "pista" sobre un magnífico pájaro de más de 100 metros de longitud. Otro experto en el tema, el explorador inglés Tony Morrison, atribuye a los dibujos trazados un significado religioso, basado en las costumbres y en la religión de los nazcas. Para él, las líneas son senderos sagrados que unen altares (que pueden ser materializados por los numerosos montículos de piedras unidas por estas líneas); los dibujos, homenajes a los dioses del cielo, y las grandes "pistas", los lugares de reunión para el culto.

 

Transportar y Levantar Estatuas

¿Cómo pudieron los nazcas trazar dibujos tan perfectos sin verlos? María Reiche afirmó que lo hicieron agrandando "maquetas", de las que encontró huellas cerca de algunas figuras animales.
¿Qué finalidad tienen esas figuras? ¿Son un libro astronómico, un sistema de riego, una manera de orientarse desde el aire?
El norteamericano Jim Woodman, junto al aeronauta inglés Julian Nott, intentó probar que los nazcas sabían fabricar globos aerostáticos para supervisar el trazado de las figuras. Trabajando a partir de dibujos encontrados sobre piezas de alfarería y después de constatar la presencia de huellas de fuego al centro de la red de las pistas, fabricó un globo en 1975, el Cóndor I, con cuerdas y telas del mismo tipo de las que fueron encontradas en las momias nazcas, y le colgó una barquilla de caña en forma de pequeña góndola. El globo se elevó 90 metros antes de caer, salvándose milagrosamente ambos aeronautas. Pero existen pruebas de que los nazcas pudieron volar... Hipótesis osada pero más sensata que la del suizo Erich von Daniken, para quien las "pistas" serían un aeropuerto rudimentario para extraterrestres que vinieron a visitar nuestro planeta en el pasado. A menos que los magníficos dibujos de animales sean una señalización gigante edificada por los fieles en el curso de los siglos para guiar a unos "dioses" para su hipotético retorno.

domingo, 2 de noviembre de 2014



¿Que Son Los OVNIs?


as explicaciones que se han dado al fenómeno ovni son muy diversas; desde los que niegan la existencia real de los objetos avistados, pasando por los que proponen que son artefactos propios    de la tierra hasta los que sugieren que son       naves de otros planetas o galaxias.
Científicos de las más diversas ramas y organismos gubernamentales de diferentes países han elaborado muchas teorías acerca de la causa de fenómenos extraños que se observan en el cielo. Cualquier versión que busquemos no será más que una simplificación de la realidad. Como dijo el biólogo británico J.B.S. Haldame: «El universo no es sólo más extraño de lo que imaginamos, sino mucho más extraño de lo que podemos imaginar».

Cuerpos Astronómicos Erróneamente Interpretados

En 1959, un grupo de misioneros e indígenas observarón un objeto luminoso en Papúa (Nueva Guinéa).
Especialmente en los crepúsculos y amaneceres, el sol puede ser fácilmente confundido con un objeto no convencional. También la luna, en determinadas fases puede llevar a un error semejante.

Con una atmósfera límpida, muchos planetas pueden ser tomados equivocadamente por «luces en el cielo». A veces se han denunciado ovnis que luego resultaron ser el lucero de la mañana, Venus en el oscurecer o Júpiter a ras del horizonte. La aproximación excepcional de estos dos últimos planetas en febrero de 1975, provocó un buen número de presuntas observaciones ovni.
Algunos meteoros de gran tamaño parecen desplazarse lentamente (en particular aquellos que lo hacen en el sentido de rotación de la tierra), dejando una huella brillante que puede persistir hasta varios minutos. Los bólidos, meteoritos, estrellas fugaces, novas y supernovas, como postula el físico Joseph Kaplan, pueden ser tomados equivocadamente por naves que vienen de otros mundos.

Extraños Fenómenos Atmosféricos

Algunos ovnis recogidos en fotografías son el resultado del movimiento de la cámara.
Muchos científicos aseguran que estos acontecimientos podrían ser causados por fenómenos atmosféricos: peculiares formaciones nubosas, perturbaciones eólicas, reflexión lumínica de la luz solar, refracción atmosférica, espejismos ópticos. Cuando en las noches del 20 y 21 de julio de 1952 se avistaron extraños discos sobre el Capitolio de Washington, la explicación oficial fue que, al haber capas calientes de aire por encima de las frías, se producía una distorsión óptica. También estas anomalías, según los meteorólogos, pueden dar lugar a una distorsión de las ondas de radar provocando ecos fantasmas en las pantallas.

Otras hipótesis se apoyan en los fuegos fatuos: en los charcos y marismas, la descomposición orgánica libera metano. Cuando este gas entra en ignición por combustión espontánea o caída de rayos, por ejemplo, se producen globos luminosos que flotan sobre el agua estancada. El mismo efecto se produce con el vapor de amoníaco.

Los terremotos podrían también ser los causantes de efectos luminosos extraños: en numerosas ocasiones se han observado fosforescencias a masas incandescentes ante el desencadenamiento de un terremoto; esto indica que los temblores de tierra disparan ciertas reacciones electromagnéticas con un componente luminoso en la atmósfera.

Según Oscar Galíndez, el rayo redondo presenta una apariencia similar al fenómeno ovni. Estas bolas de fuego son masas esféricas de aire ionizado que se originan en las tormentas y después se desplazan, aparentemente al azar. Avanzan, se detienen un momento y zigzaguean para desaparecer finalmente con un estampido o silenciosamente. Su constitución es mal conocida y exhiben tonalidades rojas, azules y violáceas. Phillip Klass los asimila a una forma específica de plasma natural. Al parecer están dotados de electricidad estática y su duración es transitoria. Suelen observarse casi siempre a baja altura y adoptar formas elipsoidales y cilíndricas de fuerte luminosidad. Lo más interesante es que, según Vincent Gaddis se conocen muchos casos de diminutas bolas de fuego que han penetrado en viviendas habitadas manifestando a todas luces un «comportamiento inteligente».

Hay un fenómeno electromagnético llamado «corona» que en ocasiones se advierte desplazándose a lo largo de cables de alta tensión en forma de fuerte luminosidad semejante a una esfera, disco o anillo. A baja altura adoptaría a veces la forma de un rayo globular y esto explicaría por qué aparecen OVNIS tan frecuentemente en proximidad con los tendidos eléctricos de alto voltaje.

Según Klass, los automóviles y peatones portadores de cargas eléctricas atraen los plasmas. Estos serían capaces de ionizar el aire aprisionado bajo el capot de un vehículo y provocar un colapso de sus circuitos eléctricos (típico efecto de la casuística ufológica). El físico Noel W.Scott ha producido en laboratorios pequeñas lentillas rojo-anaranjadas de vapor ionizado con aspecto de platillos resplandecientes, al introducir vapor en un vacío parcial.

Michael A. Persinger y Gyslasine F. Lafreniere han encontrado una correlación positiva entre fenómenos anómalos, fallas geológicas y llamaradas solares, tras el estudio de 1.242 casos ufológicos y 4.818 sucesos insólitos de todo tipo. Estos investigadores de la Universidad Laurentian de Sudbury (Ontario) sostienen que tanto la eyección explosiva de material ardiente en la superficie del sol, como los movimientos sísmicos, pueden generar campos energéticos localizados, que en ciertas circunstancias crean plasmoides luminosos a incluso interfieren en el funcionamiento normal del cerebro humano, provocando alucinaciones «ufológicas». Algunos de tales plasmas solares, son detectables por el radar.

Alucinaciones Colectivas

En agosto de 1961, dos científicos de Los Alamos, (Nuevo Méjico), fotografiaron esta extraña ristra de luces.
Dice Federico R. Kirbus que los platillos volantes constituyen un fenómeno psicológico generado por rumores visionarios en virtud de un proceso bien conocido de contagio social. Suelen aparecer en oleadas, a intervalos breves, sobre determinadas regiones. El hecho de que una persona identifique públicamente algún objeto aéreo, real o inexistente, como un platillo volante, hace que otros individuos pretendan igualmente que también han visto un ovni. Según Bourret, esto se produce por lo que se llama «autocatálisis» y «retroacción positiva». Cuando la prensa habla de ovnis, otros observadores miran al cielo y creen ver objetos artificiales, lo que provoca a su vez más artículos en los periódicos, y así se van extendiendo  las noticias hasta que los periodistas se cansan; entonces la agitación desaparece por sí misma. El Doctor Galíndez opina que hay en estos fenómenos épocas de calma que son sucedidas por otras de obsesión popular. Las oleadas vienen después de la difusión desmedida de sucesos ovnilógicos sensacionales y publicitados en exceso. También -según él- tiene mucho que ver el «efecto multitud», es decir, la amplificación de percepciones distorsionadas por el simple hecho de que haya muchos individuos juntos. Este efecto puede arrastrar a las alucinaciones en masa: psicosis generadoras de mitos, un estado de histeria colectiva y obsesión social que suscita confusiones en la imaginación popular habiendo sido motivadas por vanas apariencias.

Otro factor influyente es la adoración moderna de los platillos volantes, agoreros de la salvación de la humanidad y de la verdad oculta. Vemos a nuestro alrededor un número importante de grupúsculos psudoreligiosos y «ocultistas» que crecen como la espuma, con ideas delirantes acerca de los Hermanos del Espacio. Estos, supuestamente atraídos desde Marte, Venus o Saturno, nos salvarían de los peligros de un desequilibrio de la alta atmósfera que se produciría por el estallido de las bombas nucleares.

El inquietante fenómeno del virus epidémico alienígena prendido al cuerpo social, ha sido brillantemente estudiado por Jacques Vallée en su libro «Mensajeros de la Decepción». En él demuestra cómo una baraúnda de neosectas espiritualistas transplutonianas le están lavando, con notable éxito, el cerebro al mundo, consiguiendo rápidamente que el público baje su guardia y acepte indiscriminadamente estas seductoras ideas.

Nuevos Cristos vienen a ayudarnos en naves del espacio. Lo oculto, lo esotérico y, claro está, lo extraterrestre, está de moda; en la segunda mitad del siglo han arraigado profundamente en el acervo de la mitología popular. Esto a su vez promueve el contagio y se forma la «bola de nieve extraplanetaria».

Vehículos Convencionales

En 1948, el teniente de aviación George Gorman vió objetos luminosos sobre el aeropuerto Héctor de Fargo (EE.UU.).
Muchas veces se han visto una serie de luces viajando al unísono; este fenómeno que se ha tomado por una máquina voladora, podría ser un aprovisionamiento de combustible de dos aviones en vuelo.

Según J.Gordon Vaeth y Urner Liddel, hay en la atmósfera muchos artefactos científicos y meteorológicos que pueden ser tomados por naves espaciales (globos-testigo, sondas especiales de alta costa, blancos para radar). Los cohetes meteorológicos, por ejemplo, dejan escapar nubes de sodio que al ser iluminadas en la alta atmósfera por los rayos solares producen extraños efectos luminosos.

Los aparatos de investigación espacial producen un halo luminoso al entrar en la atmósfera. Satélites espaciales particularmente brillantes cambian su luminosidad periódicamente al rotar sobre sí mismos. La basura espacial (restos de vehículos aéreos, residuos abandonados en el espacio por sondas y astronautas), en circunstancias especiales puede ser vista desde La Tierra. Según Philip J.Klass, hay muchos subproductos erráticos de origen industrial flotando en nuestra atmósfera, como nubes de escoria, polvaredas de carbón y espuma de detergentes.

Discoteca Flotante En El Cielo

Visión artística y fantástica de un objeto volante no identificado.
Los entomólogos P.S.Callahan y RA.Mankin, de los Estados Unidos, explican que el exoesqueleto de los insectos o mariposas es un excelente dieléctrico, alrededor de un electrolito (los fluidos biológicos del organismo animal). En contacto con un campo eléctrico como el producido por una tormenta, por ejemplo, emite brillantes luces y colores por los extremos de sus antenas y patas. Un aluvión de este tipo de insectos, produciría un interesante fenómeno visual. Para Norton T.Novitt el fenómeno ovni podría estar originado por las hormigas voladoras. Según este científico, estos insectos se reúnen periódicamente en masas de hasta 37 millones de individuos, ejecutando un rito nupcial. Si una de estas gigantescas colonias se topara con una carga de electricidad estática -nos dice- puede originar una materia luminosa que recuerde un ovni.

Errores De Percepción

El matrimonio Barney aseguró haber sido secuestrado por un ovni durante dos horas.
Edgar F. Mauer opina que muchos fenómenos son atribuibles a algunos estados patológicos de la vista: las células diferenciadas en el humor vítreo pueden proyectar sombras en la retina, siendo éstas percibidas como puntos en movimiento y la presión del viento sobre los ojos puede provocar también la visión de pseudo luces.

Hay una larga lista de afecciones psicopatológicas que dan origen a estados alucinatorios. En estos casos el sujeto ve efectivamente «algo» que no tiene existencia material comprobada. Según Pierre Delval pueden producirse visiones de imágenes luminosas que, inconscientemente o no, son animadas por el protagonista en función de su propio mundo interior.

También el cerebro -según Alain Gadmer- es capaz de fabricar ciertas observaciones en función de meras analogías; la información percibida es tratada de acuerdo a elementos anteriormente memorizados.

Los elementos más cotidianos y corrientes, también pueden interpretarse de una manera totalmente fantástica cuando el sujeto está bajo la influencia de ciertas drogas o del alcohol y son muchos los que opinan que esta es la circunstancia presente en los fenómenos ovni.

Mixtificaciones, Fraudes y Fabulaciones

El brasileño Antonio Villas-Boas fue abducido por un ovni y seducido por una alienígena hembra.
Se llama «efecto excitación» a aquél por el cual el testigo o informador, al hacer un reporte de los hechos, selecciona como más prominentes aquellos datos menos exactos y seguros, no refiriéndose en cambio a las cuestiones más fiables.

El «efecto reportaje» es la selección de detalles llamativos y espectaculares con los oportunos añadidos y exageraciones al relatar lo ocurrido ante el público o los medios de comunicación.

A mucha gente le fascina la fama, la notoriedad, verse en letras de imprenta; para tener acceso a ello no dudan en falsificar deliberadamente los hechos, inventando una colorista historia de ovnis. Según Donald I.Warren, muchos de ellos son unos pobres diablos fracasados que lo hacen con el fin de sobresalir y compensar sus frustraciones y falta de éxito en la vida. Por lo general, son testigos de escasa relevancia socioprofesional.

Isaac Asimov, dice: «Más importante que lo que vemos en el cielo es cómo lo interpretamos. Aquellos que desean creer que las tripulaciones de las naves del espacio son guardianes benevolentes de nuestro bienestar, son personas inseguras que, de este modo, se agarran desesperadamente a unas fantasías que les proporcionan la ansiada seguridad».

Por último, hay una interpretación crítica, escéptica a ultranza y maximalista en el sentido de que todo lo relacionado con ovnis son falacias, un mero epifenómeno sociológico sin realidad física basado en denuncias de individuos mitomaníacos.

Artefactos Aéreos De Tecnología De Vanguardia

Un supuesto ovni fue golpeado y roto cerca de Aztec, en el estado de Nuevo Méjico, según relató el escritor Frank Scully.
Una explicación que no es aceptada por los medios oficiales sugiere que los ovnis son discos fabricados en los Estados Unidos. En Washington -según esta teoría- se habrían concedido varias patentes de invención y el Pentágono tendría en curso más de un proyecto de desarrollo y producción de platillos volantes. El ingeniero canadiense A.V.Roe, presidente de la compañía Avro de Otawa, ha diseñado varios modelos de aviones-platillo, tal vez por encargo de la Fuerza Aérea del poderoso país vecino. Un prototipo especial se sabe que fue concebido por Otis T.Carr, discípulo de Nicola Tesla.

Según el Doctor James E. McDonald, no sería nada rara la existencia de platillos experimentales, promocionados por las fuerzas armadas rusa y americana, por millonarios excéntricos o por sociedades secretas.

Recordemos que ya en 1897 las misteriosas aeronaves que invadieron el espacio aéreo estadounidense tomaban tierra frecuentemente y sus tripulantes declaraban que se trataba de vehículos eléctricos en fase de prueba. Noventa y cuatro años después, seguimos sin tener noticias de tan revolucionarios artefactos como tampoco las tenemos de las hipotéticas armas que las superpotencias fabrican.

Inventos Bélicos De La Alemania Nazi

Eric A.Aggen, R.Lusar, Olaf Meyer Freyhold y Renato Vasco plantean que los objetos no identificados pudieran ser muy bien armas secretas fabricadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Se sabe que científicos como Miethe, Habermohl, Bellonzo, Klein, Munch y otros trabajaron en Peenemunde y otros centros poniendo a punto los cohetes V-1, V-2. Estos técnicos del Tercer Reich, habrían continuado sus investigaciones en la URSS.

Andreas Faber-Kaiser ha publicado incluso los dibujos de unas «peonzas voladoras» alemanas diseñadas por Schriever que son auténticos platillos típicos de finales de los cuarenta y que se pueden encontrar en un libro del mayor Rudolf Lusar.

Exobiología Del Espacio

La visión de una formación de platillos volantes en junio de 1947, por el piloto Kenneth Arnold, desencadenó la fiebre del ovni.
Para el naturalista americano Ivan T.Sanderson, los ovnis pudieran ser formas zooespaciales, pues su conducta recuerda mucho a la de los animales. Las naves nodriza, para él, podrían desempeñar una función similar a la de las gallinas que empollan sus crías. Se ha observado que los ovnis viajan en manadas y se manifiestan como en oleadas migratorias. Hay millares de especies, con una apabullante variedad de formas y tamaños. Según Otto Binder, los ojos múltiples que estas criaturas exhiben son tomados habitualmente por ventanas o portezuelas.

Estas máquinas animales, indígenas del espacio, tal vez se alimenten de energía pura o directamente de rayos solares (al igual que las plantas lo hacen indirectamente a través de la fotosíntesis).

Para Trevor J.Constable y Erich Aggem, esas criaturas invisibles ameboides, originadas en el espacio y que poseen luz propia, recuerdan a los moluscos del océano. Aparentan ser metálicas, maniobran inteligentemente y tienen su hábitat natural en los dominios inobservables que rodean o interpenetran nuestro planeta. Estaríamos, en suma, ante formas de vida desconocidas, terrestres o extraterrestres.

La condesa Zoe Wassilko-Serecki dice que son especies hasta ahora no observadas de vida animal, pero autóctonas, de la ionosfera terrestre. Poseen estructuras huecas, con un mínimo de materia densa cargada de electricidad. Quizás sean el eslabón perdido entre la vida orgánica y la inorgánica y por eso dan la impresión de ser máquinas.

Otra interesante explicación la dan Ray Palmer y Otto Binder: en la «ionosfera radiante» donde se extiende el Cinturón Van Allen (de 2.000 a 65.000 kilómetros de altura), habita una civilización de seres inteligentes, invisibles a los ojos terrestres excepto bajo ciertas condiciones especiales. Estas criaturas radiantes se acercan esporádicamente a la superficie de la Tierra y, a la altura de la ionosfera, se hacen visibles debido a interacciones electromagnéticas como las tormentas del espacio o los huracanes solares. Tales entidades «radioactivas han creado una cultura tan vasta y diversificada como la nuestra, pero adaptada al «vacío» del espacio.

También se ha especulado con el «Sistema X», una máquina colosal que, según Aime Michel podría sobrevolar el mundo. Un colosal robot en órbita o sobre un planeta deshabitado del sistema solar que estaría manipulando no sólo a los ovnis sino a la humanidad entera.

Para C.Maxwell Cade y Oscar Galíndez, «no estamos tratando con seres personales ordinarios, sino más bien con inteligencias mecánicas, organismos abiológicos de conducta programable, una especie de androides originarios o derivados que actúan como cyborgs autónomos o telecomandados».

Es similar a la hipótesis de Galíndez la de Jean Luc Proust que propone que los ovnis serían entes que, tras un largo proceso evolutivo, se han convertido en supermáquinas vivientes, más rápidas, seguras y resistentes que el hombre. La nueva especie robotizada conservaría, no obstante, las trazas de su origen humano y sus órganos de comunicación con el hombre durante mucho tiempo, de la misma manera que los humanos contamos todavía con ciertos componentes anatómicos que ya nos resultan inútiles.

Viajeros Del Tiempo O De Otras Dimensiones

Uno de los casos más frecuentes de avistamientos ovni se refiere a grandes naves luminosas en forma de puro y con claraboyas iluminadas.
William E. Murphy opina que los platillos volantes serían el producto visible de la intersección o cortocircuito entre universos paralelos; en otras palabras, proyecciones inter-universos, «sombras» de los recintos extraterrestres de n dimensiones (para n mayor que 4), en nuestro medio 4-D que consiste en longitud, anchura, profundidad y movimiento en el tiempo.

También podrían ser máquinas del tiempo, suponiendo que éste representase a la cuarta dimensión. Sus ocupantes tal vez hayan aprendido la tecnología del transcurso cronológico y sean capaces de manipular a volutad y en cualquier dirección el flujo de los acontecimientos.

Para Luis Schöenherr, si la cuarta dimensión es formalmente idéntica al tiempo y éste no es, en esencia, diferente del espacio, lo realmente significativo será el conjunto del continuum Espacio-Tiempo. Por lo tanto, un movimiento en el tiempo es tan factible como en el espacio y así los ovnis podrían ser muy bien «dispositivos temporales» y originarse en el porvenir, como intuyó H.G.Wells. Las naves del espacio son para John M.Prytz manifestaciones de un Universo de antimateria o Universo paralelo. Cuando el cosmos fue creado, pudo formarse igual cantidad de materia que de antimateria, o bien cabe que las galaxias de antimateria estén mezcladas con las compuestas por la materia ordinaria. También es probable que existan masas comparables de ambas, en orden a mantener la simetría de la naturaleza, y cada una de ellas conforme a universos diferenciados a independientes.